TAL VEZ UNA VEZ ES POCO Y DOS VECES ES… DEMASIADO

Del mismo modo que no puedes conducir un automóvil orientándote por el retrovisor y por los espejos laterales, tampoco puedes dirigir tu vida por los acontecimientos del pasado y las opiniones de los demás.

Por lo tanto, usa tus propios ojos, escucha a tu corazón, decide tú mismo hacia dónde quieres ir. No está demás buscar el consejo de un amigo o de alguien que haya pasado por la misma situación, pero finalmente es tu conciencia quien al fin y al cabo te dirá qué debes hacer cuando descubres que tu pareja te es infiel o lo fue hace años.

Quiero citar aquí dos casos que encontré en un foro en la web. Léelos con mucha atención:

Primer Caso Real

«Hace un poco más de 2 años después de 14 años de matrimonio le fui infiel a mi esposo con un compañero de trabajo, mi esposo se dio cuenta y bueno, te podrás imaginar que fue algo espantoso, pero decidimos seguir juntos y él decidió que lo iba a intentar, pero al día de hoy aunque los reproches son menos frecuentes, todavía me reprocha cosas, todavía le cuesta mucho trabajo confiar en mí, yo no he vuelto a ver a esta persona y en realidad ya no quiero porque se que cometí un error muy grande, porque cualquiera que haya sido el motivo para hacer algo así no vale la pena arriesgar todo por nada, para mí ya es borrón y cuenta nueva pero para él no, aún duda de mí, a veces se queda callado y no me dice nada, yo he cambiado mucho, ahora soy más cariñosa con él y atesoro mucho más su presencia, mi vida en familia la cuido, lo amo, y es una lástima que haya tenido que pasar ésto para darme cuenta que no quiero vivir sin él, pero nada le es suficiente, no me cree, al principio mi vida fue un infierno pero decidí aguantar pero ahora ya estoy muy cansada, cada vez que lo veo así, me pongo muy mal, lloro, me siento muy culpable, no puedo dormir, no quiero dejarlo pero ya quiero que se acabe todo esto y continuar mi vida..»

 

Segundo Caso Real:

«Quisiera exponer en este foro mi testimonio por si a alguien le pudiera servir de referencia.
Soy un hombre casado desde hace largos años, siempre amé a mi esposa y a mis hijos, pero el destino quiso que hace un tiempo nuestra vida en común se hiciera monótona y aburrida, apenas conversábamos, mi esposa siempre estaba de mal humor y yo me obsesioné pensando en que nuestro amor se estaba acabando.

En este tiempo hice amistad con una chica, ella me contaba sus problemas, yo los míos y de esta amistad surgió lo que yo pensé que era amor y de repente me vi envuelto en una situación que lejos de agradarme me avergonzaba. Quise contárselo a mi esposa en infinidad de ocasiones, pero fui muy cobarde y finalmente fue ella quien lo descubrió.

Su actitud fue sorprendente, no gritó, no lloró, no insultó a nadie, simplemente me dijo que la había decepcionado, que no se lo merecía y que me marchara.
Al principio creía que no le importaba, hasta incluso llegué a pensar que ella también tenía un amante, pero con el tiempo me di cuenta de que poco a poco se estaba consumiendo, supe por otros que necesitó tratamiento médico y yo me sentí ruín, quería ayudarla y no sabía como, pues al fin y al cabo yo era la causa de su dolor.
Dejé a mi amante, eso fue otro tema, tuvo que acudir la policía por los gritos que pegaba, se auto lesionó, quiso denunciarme, realmente no era la persona que yo creía conocer.
Y ahora aquí estoy, intentando recuperar a una mujer maravillosa a la que perdí por imbécil.
No sé si os valdrá de algo, pero ésta es mi historia y sí que os agradecería que me dierais ideas de cómo puedo recuperarla, mañana voy a cenar con ella y con mis hijos para despedir el año.»

 

Vemos en estos casos que el perdón y la reconciliación son dos cosas distintas. Hay personas que deciden separarse después de una infidelidad pero logran dejar el resentimiento y la amargura contra el ex-conyuge infiel, así como hay personas que siguen conviviendo después de una infidelidad pero continúan alimentando el resentimiento y la amargura contra el cónyuge.

Es cierto que hay personas que pueden continuar conviviendo después de una infidelidad y no alimentar el resentimiento y amargura contra el cónyuge, pero estas personas en verdad son muy pocas.

Las causas de la infidelidad pueden ser por factores pre-existentes a la unión o por la insatisfacción de las necesidades emocionales o físicas de uno de los cónyuges. En cualquier caso, para que una unión sobreviva una infidelidad se requiere la seria voluntad y el esfuerzo de ambos cónyuges para RECUPERAR LA CONFIANZA.

También requiere madurez de ambos para evaluar la responsabilidad y las contribuciones de los dos al ambiente en la pareja que hizo posible que una aventura extra-marital se materializara con el fin de tomar acciones correctivas e introducir nuevas experiencias y cambios que enriquezcan la relación.

Independientemente de la decisión de reconciliarse o separarse de acuerdo con la gravedad de la falta, SIEMPRE es más conveniente PERDONAR.

Perdonar, más que un acto de amor,
es una señal de inteligencia,
El único que no perdona es el ignorante.

 

Te recuerdo que perdonar no significa que debas aceptar la falta de respeto de tu pareja que ha decidido reincidir en su infidelidad, una o varias veces. Tú puedes perdonar para liberarte del dolor pero tu pareja debe tener muy claro lo mucho que vales y si él o ella no se da cuenta de tu gran valor, por lo menos, que se de cuenta de que tienes AMOR PROPIO, DIGNIDAD y una alta AUTOESTIMA, por ningún motivo tolerarás una nueva falta.

Si tu pareja en verdad te ama,  se arrepentirá sinceramente y decidirá NUNCA más volver a ser infiel.

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